viernes, 6 de marzo de 2009

¿Quieres Ser Vampiro?




Dependiendo de quién te inicie, quién sea tu padre en la sangre, tanto tus poderes como tu metamorfosis será distinta, pero hay algunas cosas seguras:

Si hay alguien que te dispara, te dolerá un momento, pero cuando la herida se cierre tendrás ganas de reír. Cuando ese "humano" huya, serás tan rápido que estarás a su lado cuando entre en el coche. Serás tan fuerte como para arrancar la puerta del auto y lanzar contra una pared a su ocupante. Le sonreirás, revelándole tu naturaleza al tiempo que tus afilados colmillos, te lanzarás sobre él y beberás su sangre como venganza ¿Verdad? Quizá puedas levantar el coche y lanzar a ambos contra una pared, o estar en el asiento del acompañante antes de que le de tiempo a arrancar, o detenerle con una palabra y hacer que se arrodille y se deje matar frente a un ejército animal que tú invocarás con sólo un pensamiento. Eso es lo bonito. Te explicaré cómo es realmente:

En primer lugar, esa fuerza, esa velocidad, y ese increíble aguante te dejará hambriento. Los poderes especiales que aprendas de tu padre en la sangre también te darán hambre, o dolor de cabeza, o te exigirán talentos que jamás pensaste necesitar. Y ese hambre me lleva a algo importante:

Crees que puedes conocer el hambre, pero te aseguro que no conoces el Hambre. Es más de lo que puedas imaginar. Si pasas una semana en ayunas rodeándote de manjares recién hechos aún no comprenderás lo que es. La sangre. Es lo único que necesitas, pero la necesitas con mucha más intensidad que cualquier otra cosa que puedas imaginar. El Hambre lleva tu cuerpo. A veces permite que lo manejes, pero si no te alimentas se liberará, y devorará a cualquiera que tengas a tu lado. Tu madre, tu hermana, tu esposa, tu hija... Cualquiera. No podrás controlarlo y te despertarás al lado de su cadáver ensangrentado, con la mirada de sorpresa que la muerte que alguien a quien creía amar le ha clavado. Y te mirará directamente. O también puedes desangrar a cualquiera que pase por la calle. Y quizá no lo lamentes. Hasta que estés sólo y tu propia mente te diga que ese hombre no merecía morir. Ese hombre era hijo, padre, hermano y esposo. Ese hombre tenía gente que le amaba y que no podrá valerse sin él. ¿Quién les compensará? O quizá mañana oigas en la televisión que murió desangrado un hombre, padre de cuatro hijos, que trabajaba en una asociación de ayuda a niños maltratados. El Hambre es fuerte. Pero también lo son los remordimientos. Crees que podrás seducir a cualquiera, beber su sangre y conseguir que siga enamorada de ti. Lo más posible es que empiece a gritar en cuanto le sueltes. Y grite hasta que le mates. Y volvemos a lo mismo. Tú mismo estuviste en ese lugar. Puedes pensar que estás vengándote, pero ninguna de esas personas te hizo el menor daño. Tendrás miedo de pasar Hambre y miedo de alimentarte. Imagina un pasillo con una habitación a cada lado, con balas silbando por el pasillo. En una habitación estás tú, en la otra, agua y comida. Y así será tu vida. Al final, tirarás la vida eterna que deseabas y te lanzarás a la muerte para huir de tu Hambre y tu Culpa. O bien te vuelvas loco antes. O bien lo que tirarás será tu propia humanidad, y te conviertas en el monstruo que todos creerán que eres.

Los demás: Quizá pienses que pueden comprenderte, que te aman y eso les hará ver tu alma. Por supuesto. "Escucha cariño, quería evitar la muerte y para eso me he convertido en un monstruo que bebe la sangre de los vivos para evitar su propio funeral, y que puede que un día desangre a nuestra preciosa y pequeña hija" ¿Te parece gracioso? Pues imagina que eso fuese la verdad. Si no te cree te enviará al manicomio y te apartarán de todo lo que amas. Si te cree, intentará huir con tu hija a la menor ocasión y dejarte solo. Sólo otros vampiros podrán seguirte. Podrás querer Abrazar a tus seres queridos, y condenarles al Hambre y la Culpa para poder ver como enloquecen, se suicidan o se convierten en asesinos sin piedad. Y el resto de los vampiros. ¿Con cuánta gente te encuentras en un día? ¿mil? ¿cinco mil? Eso significa que cada mes quizá encuentres a otro de tu nueva especie. La soledad adquiere un nuevo significado en esta forma de vivir. Si es que puedes llamarlo así. ¿Y cómo será él? De la gente que conoces, ¿a cuántos querrías acompañar durante el resto de tu vida? De los vampiros que conozcas ¿Cuántos crees que entrarían en ese grupo? Si odias estar solo, o hacer sufrir a los que amas, ser vampiro no es para ti.

Y eso no es todo. ¿Alguna vez te has sentido enfadado? Bien. Piensa en la ocasión en tu vida que más rabia ha despertado en ti. Eso no es nada. Los vástagos llevamos varias maldiciones, y una de ellas es algo que muchos llamamos "La Bestia". Es algo salvaje que está en el fondo de tu alma, furioso y animal, sin principios, ni control, ni inteligencia. Sólo pasiones primarias: furia, miedo, hambre... Siempre está alerta, preparada para tomar el control, y cuando algo te enfurezca, intentará hacerlo. Podrás sentir cómo se agita en la boca de tu estómago, arañándote por dentro y rugiendo venganza por cualquier nimiedad. Y tu Hambre la hará más fuerte. Y si consigue tomar el control, quizá despiertes saciado rodeado de una docena de nuevos cadáveres que añadir a los que ya hayas matado antes. Una docena de muertes con las que cargar en tu conciencia durante más tiempo del que puedes imaginar. Las palabras años, lustros y décadas, apenas tienen significado. Quizá es por esto que muchos Antiguos, los más ancianos entre nosotros, duermen durante siglos. Para escapar a esa maldición.

Si no te gustan ni los juegos políticos ni el campo, tampoco deberás ser un vampiro. Si no te gusta el campo, tendrás que vivir en una ciudad, y si vives en una ciudad entrarás en política. Si no quieres hacerlo, serás un simple peón. Y cuando el tiempo te haya dado poder y te haya hartado de ser manejado como un pelele, serás un peón con otros peones por debajo de ti. Las intrigas que pueden tener los mortales no son nada comparadas con las nuestras. Los mortales piensan en función de semanas, meses, a veces incluso años. Los vampiros podemos pensar en siglos. La paciencia es algo que muchos manipuladores vampíricos aprenden. Si algo sale mal, nosotros sí que podemos tirarlo todo y volver a empezar. Nos dará tiempo. Son juegos. Juegos de poder, juegos peligrosos, pero juegos. Juegos que te distraen de todas las maldiciones que te he contado y de otras más. Juegos con los que podrás entretenerte mucho tiempo. Como si te faltasen las piernas y lo único que te permitiera olvidarlo fuera una partida de ajedrez que durara el resto de tu vida. Y en cuanto al campo, bien. Si hay vampiros fuera de las ciudades son los Gangrel, y pueden tomarse mal la intrusión de otros vástagos en sus zonas. Eso sin contar a los Lupinos. Seres peludos de casi tres metros de alto, con colmillos tan largos como tus dedos y manos capaces de agarrar tu cabeza sin problemas. Y aplastarla. Su fuerza es tal que sólo algunos vampiros poderosos se atreven a enfrentarse a ellos. Y no siempre vencen.

Te he explicado algunas de las cosas a las que todos los vampiros se enfrentan. Te contaré algunas particulares, ahora. Hay muchas facciones entre los vampiros. Algunos dicen que sólo hay dos, llamadas Camarilla y Sabbat, pero hay más. Anarquistas, Inconnu, La Mano Negra... y varios de los clanes independientes, que no están unidos a ninguno de los grupos anteriores porque ya tienen bastante poder solos y no quieren compartirlo, como los Giovanni y los Seguidores de Set. De todos modos, según dicen, es la Camarilla la facción más numerosa, y a la que pertenecen la mayoría de los cainitas. Está formada por siete clanes. Te contaré algunas cosas de ellos:

El Clan Brujah es muy numeroso, valoran la libertad y la rebeldía. La valoran tanto que son rebeldes por el simple hecho de serlo, lo que hace que los otros clanes no les miren con muy buenos ojos. Su defensa de la libertad hace que abracen a cualquier "Luchador por la Libertad" Sea eso lo que sea, es decir, que puedes encontrar Brujah de las Panteras Negras, de grupos Neonazis, de Punks, de Rapers, y de casi cualquier otra tribu urbana que puedas conocer. Furiosos e irascibles, lo mejor es no intentar enfurecerles, a pesar de sus pretensiones filosóficas (que algunos, los más antiguos, si respetan). La Maldición del Frenesí les afecta con mucha mayor facilidad, y las peleas entre bandas son tan frecuentes que un Brujah puede acabar con el doble de muertes en su conciencia que otro cainita más pacífico.

El Clan Gangrel vive en la naturaleza, apartado de las ciudades, más solitarios aún que el resto, buscando la compañía y el alimento entre los animales, algo que cuando hayas probado la sangre humana te parecerá pálido y sin sabor. Viven en bosques, junglas, tundras... En condiciones más duras de lo que crees, porque no tienen techos con los que cubrirse durante el día, ni pueden mantener un ejército de mortales para protegerles durante las horas de luz. Y ya te he hablado de los Lupinos. Los Brujah se creen los más duros y no pierden una oportunidad de decirlo, pero los Gangrel viven en territorio Lupino cada día. Y sobreviven. Lo malo es que son tan solitarios y tan acostumbrados a los animales que a muchos les cuesta reaccionar a la gente. Olvidan los modales y la etiqueta, y son difíciles de comprender. Y esto hace que poca gente confíe en ellos.

El Clan Nosferatu tiene supuestamente una de las mayores redes de información de todo el mundo, mortal o vampírico. A pesar de lo que podrías pensar, la mayoría observa cuidadosamente las reglas de la etiqueta, y sus modales podrían dar envidia a muchos Príncipes. Sin embargo, el abrazo les hace horribles más allá de cualquier descripción, así que incapaces de vivir en la superficie, a la vista de los humanos o de la mayoría de vampiros, viven escondidos en las alcantarillas, de día y de noche, con ellos mismos, las ratas y las cucarachas como única compañía. Sus conocimientos hacen que muchos les busquen, aunque pocos soporten su aspecto, y sólo estén con ellos mientras les necesiten. Su Abrazo es posiblemente el más duro, con varias noches de pesadillas y dolores constantes mientras su cuerpo cambia. Sus colmillos crecen y se retuercen arañando sus propios labios. El pelo se les cae y a veces aparece en los lugares menos oportunos, sus pieles se vuelven como las de las vacas, como cuero, áspera y seca, y se llena de verrugas y pústulas supurantes. Y cada vez que te mires verás eso y recordarás cómo eras cuando vivías. No existe ser humano tan horrible que no lo sea más aún tras el Abrazo Nosferatu. Y no sé muy bien si su olor viene de ellos mismos, o queda pegado a su piel tras unas noches caminando por las alcantarillas.

El Clan Malkavian a veces parece el más feliz. Al menos si es cierto que los locos son los únicos que pueden ser felices. Su sangre está llena de la locura, y sus mentes quedan destrozadas durante el Abrazo. Algunos pasan el resto de sus no-vidas tratando de reunir los pedazos. Otros ni siquiera se dan cuenta, y pisotean los trozos para romperlos más aún. ¿Te fiarías de un loco? Pues eso es lo que opina la mayoría de los vampiros. Más aún, porque su estado suele empeorar con el tiempo. La parte buena es que a los Malkavian no les suele importar que nadie les quiera cerca, la mala es que igual que muchos quieren mantener a los locos humanos recluidos en algún lugar donde no molesten, algunos Príncipes prefieren mantener a los Malkavian encerrados en algún lugar donde mantenerlos controlados. Y algunos opinan que la única forma de controlar a vampiros así es matándoles...

El Clan Toreador tiene fama de ser un puñado de hedonistas y afeminados que sólo se preocupa de exposiciones de arte y tonterías semejantes. Son más complicados de lo que parecen, aunque pueden guardar mucho dolor. Su mayor fuerza es que pueden sentir alegrías y placeres mucho mejor que los humanos, mientras el resto de los cainitas tienen esas emociones ahogadas. Un Toreador puede sentir una felicidad cien veces mayor que otro vampiro. Pueden apreciar una belleza y darse cuenta de mil matices más. Pero, para su desgracia, lo contrario también es cierto. Pueden ver mil detalles más del horror de la fealdad, imagina lo que sienten al ver a un Nosferatu. Pueden sentir cien veces más dolor y tristeza. Imagínatelo. Amas cien veces más a tus seres queridos, y cuando uno muere, es como si muriera cien veces. Y cuando matas por el Hambre a uno de ellos, sientes que has matado a todos. Y cuando matas a un desconocido debido a ese mismo Hambre, no es una sino cien las muertes que carga tu conciencia. Muchos creen que los Toreador se quejan de sufrimientos y desgracias que no son tan graves. Seguro que los que lo dicen estarían de acuerdo en que se quejan cien veces más de esas desgracias.

El Clan Tremere es uno de los clanes de los que más se desconfía. Sus poderes son completamente distintos de los de los demás vástagos, además, nacieron como clan debido a que sus fundadores experimentaron con vampiros y eliminaron a otros en sus investigaciones. Asesinos de vampiros desde antes de ser cainitas, siguen siéndolo después. Los Ventrue pueden parecerte autoritarios, y quizá te parezca que no tienen Chiquillos, sino criados. Pues los Tremere no tienen Chiquillos, sino Esclavos. Piénsalo cuando uno de ellos te ofrezca el abrazo.

El Clan Ventrue es el que más poder ostenta dentro de la Camarilla. Fuertes como la roca y carismáticos como el que más. Elegantes, sobrios, y capaces de controlar tus propios deseos y recuerdos con un vistazo. Quizá pienses que eso les hará ser amados y respetados por todos. Nada más lejos de la verdad. Creen tener derecho a gobernar a todos los demás vástagos y no dudan en proclamarlo. Si piensas en la postura de los demás clanes, verás que los Ventrue les ofrecen una elección muy cruda. Dormid bajo nuestra bota o permaneced solos. Quizá esté exagerando un poco, pero te aseguro que no demasiado. Antes te he dicho que la política es algo de lo que la mayoría de vampiros no puede escapar. Ningún Ventrue está entre los que escapan. Adoran el Status Quo, la estabilidad, odian el cambio, y esto les enfrenta directamente con los Brujah. Los Irascibles. Entre el orden de unos y el completo caos de otros intentan dirigir a la sociedad mortal. Y las cosas, cuando se tira de ellas en dos direcciones opuestas, suelen romperse. La estabilidad no existe. Tarde o temprano todo cambia, y eso es algo que los Ventrue verán una y otra vez en su no-vida. Una eternidad para que cada día tus metas parezcan más lejanas y más imposibles es algo capaz de desanimar a cualquiera.

Y después de todas estas explicaciones debo decirte dos cosas. Una buena y otra mala. La buena es que no te he contado todos los problemas de los vampiros, pues tu vida entera, si volviese a empezar, no sería suficiente para una pequeña parte, pues quedan grupos de los que nada sabes y peligros que ignoras. La mala es que no está permitido que ningún humano sepa nada de lo que te he contado. Puedes beber mi sangre y convertirte en mi Esclavo, puedes elegir ser Abrazado y enfrentarte a una existencia como la que te he descrito. O puedes morir.

Bien, el tiempo se acaba.
¿Qué vas a elegir?

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